Ayer, sábado noche, celebramos como alguien dijo la ‘fiesta damnificados de la huida de Dirk’ que se vuelve a la Germany.
El evento fue organizado por Jordi en el local Suaida y el resumen de todo el sarao es que estuvo muy bien.
El Suaida es un bar que está en el Born, en el Barrio de La Ribera de Barcelona.
Normalmente es un bar de copas en el que se puede comer algo, tienen platos fríos y unos cócteles bien preparados, haciendo un Google también encontré que organizan exposiciones.
Sigo con las sagas y esta vez le toca a Starship Troopers con su tercera (y peor) entrega.
La primera película del 97 me alucinó.
Era una cosa rara, dirigida por Paul Verhoeven, el mismo tipo de cosas como Showgirls, Basic Instinct o RoboCop.
Y digo que rra una cosa rara por ser una ciencia ficción diferente a la que habíamos visto hasta entonces, tenía cierto humor, algo de cachondeo con el género y con un tratamiento muy comiquero.
Aquí en la tercera casi todo sigue igual, pero ya no es lo mismo.
Es el tercer artículo que escribo sobre este sitio pero es que hacía más de un año y medio que no decía nada y además esta vez voy a hablar de su menú de mediodía.
Y se puede describir en pocas palabras: una maravilla.
Del restaurante poco más tengo que añadir que no haya contado en La Palmera (v2) y en La Palmera, todo sigue igual.
Eso sí, lleno a rebosar, incluso si vas temprano hay que reservar.
El sistema es sencillo, hay seis platillos de primero y seis de segundo, tienes que escoger tres primeros y tres segundos.
Si van dos personas se pueden probar todos los platillos del día.
Ultimísima secuela del clásico.
Otra vuelta de tuerca para seguir exprimiendo lo que fuera la gallina de los huevos de oro.
Y no se si os sorprenderá, pero después de todo y de tanto siguen sin explicar nada, ¿qué novedad? no?
Pero al final y en cualquier caso es una película de acción más o menos pasable, aunque no es ninguna maravilla, ojo, como digo siempre: se deja ver.
Restaurante cerca de Santa María del Mar en el Born de Barcelona.
Es un local bastante nuevo en el barrio.
Se dedican básicamente a las tapas y la decoración es la típica de la zona: paredes de piedra vista recuperadas siendo todo agradable.
Y como está montado desde no hace mucho, entramos en ese maravilloso ejercicio de intentar recordar que había en ese lugar no hace tanto tiempo y no lo conseguimos identificar.
Cena para tres sin reserva temprano, no había mucha gente, al menos al principio.