Otro aparatito curioso pero que además es útil, bueno, solamente si tienes un iPod.
El útil si: llevas un iPod todo el día puesto y no te enteras de muchas llamadas de teléfono, o si quieres un mando a distancia o una radio para tu iPod.
Pues este cacharro es todo eso.
Es muy parecido al Apple Radio Remote, la radio original para los iPod que vende Apple, éste añade esa función al reproductor viendo la frecuencia de la sintonía en la pantalla, pero el MyBlue además tiene Bluetooth y permite utilizar el iPod como un dispositivo manos libres con cualquier teléfono.
Almacenes archiconocidos en Lower Manhattan.
Muy cerca de la zona cero, están en el 22 de Cortland st. esquina con Church st. y tiene cuatro pisos de altura.
Lo que los hace tan famosos son los precios que tiene en ropa de marca.
Tienen unos descuentos importantes que además son reflejados en la cuenta así cuando pagas puedes ver cuanto has ahorrado…. todo un vicio.
Para poder hacerse una idea, hoy he ido con la idea de comprar ropa interior y calcetines, intento ir con una idea concreta para no liarme con miles de cosas más y acabar con las bolsas llenas y la cartera vacía.
Pues he empezado a hacer bastantes fotos.
Y es que tengo ganas de probar los nuevos objetivos, la cámara y todo lo que puedo hacer en paisaje.
Por esto ésto pienso que es bueno que monte una nueva galería de fotos en la que iré subiendo las nuevas según vayan saliendo del horno.
De momento ya he empezado con las que se han salvado de la visita al mirador Top of the Rock del edificio Rockefeller.
Es un mirador abierto solamente desde hace un par de años y está mucho menos saturado de gente que el clásico Empire State Building.
Llevo tres días en NY y después de mucho planificar las compras de unos cristalitos para mi 40D nueva… ayer pasé por B&H y arrasé, jajaja
Estoy de un contento que no quepo en mí mismo.
Me llevo el Canon 24-70 f2.8L (toda una leyenda), el 70-200 f2.8L (el que siempre quise) y el 50 f1.4, de postres un duplicador Kenko 1.4, desgraciadamente estuve mirando el 10-22, pero ya no llego.
Es una tienda muy especial, es grande y siempre llena de gente, esta regentada y atendida por judíos jasídicos (los típicos de los tirabuzones y sombrero), todos son muy agradables y entienden mucho de lo que venden.
Precioso.
Un sitio fantástico para ir a degustar vinos y comer platillos especialmente preparados.
La decoración es modernilla, muy limpia y descargada de adornos innecesarios.
Lo encuentro un sitio elegante y bonito.
Cena para dos
Éramos casi los únicos clientes durante toda la noche, en otros sitios pasarían de nosotros, pero aquí nos trataron de coña.