Ayer, sábado noche, celebramos como alguien dijo la ‘fiesta damnificados de la huida de Dirk’ que se vuelve a la Germany.
El evento fue organizado por Jordi en el local Suaida y el resumen de todo el sarao es que estuvo muy bien.
El Suaida es un bar que está en el Born, en el Barrio de La Ribera de Barcelona.
Normalmente es un bar de copas en el que se puede comer algo, tienen platos fríos y unos cócteles bien preparados, haciendo un Google también encontré que organizan exposiciones.
Hace unos días que estuve en el evento Derrapa, Frena, Acelera! organizado por MainMemory.
Algo que se hacía por la tarde después de las presentaciones era un mini curso en la escuela de Conducción del RACC que hay en el Circuit de Catalunya en Montmeló.
Fueron tres zonas como lo llaman ellos, la primera para tomar contacto con los giros de volante rápidos y la inercia, la segunda para probar la frenada de emergencia y la tercera para hacer derrapaje controlado.
Todo muy muy divertido y seguro.
Hace poco la gente de MainMemory me invitó a una jornada tecnológica sobre virtualización.
El tema y la agenda ya son interesantes en si mismos y no voy a entrar mucho en detalle aquí.
Se habló de consolidación de Sistem i sobre Power Blades, virtualización con VMWare y Blade Center, de los servicios aportados por Lawson y Main Memory así como de de financiación IBM.
Lo que sí es para contar es que el evento se celebró en un sitio diferente y poco habitual, en el Circuit de Catalunya en Montmeló.
Buenoooo, prometía mucho y no ha llegado.
El director y guionista es el genial (a veces) M. Night Shyamalan.
Lo puedo recordar muy bien de maravillas como La joven del agua que ya comenté aquí o de decepciones como The Village.
En cualquier caso es el artífice de Unbreakable, The Sixth Sense o Signs.
Y aquí esta mejor que en sus peores películas, sigue con el rollo de la naturaleza castigadora y tal pero no me ha convencido.
Hay momentos en los que parece que estas viendo un película de domingo tarde en la tele, de esas de catástrofes tan malas.
Lo bueno de coger un avión a las seis de la mañana es que tienes todo el día por delante para hacer multitud de cosas.
Lo bueno de dejar un coche de alquiler en el aparcamiento de un aeropuerto es que estás listo para hacer lo que quieras en cuanto llegas en el avión.
Todo a favor para utilizar muy el último día en la costa oeste y además el coche con el maletero lleno seguía en su sitio, no lo habían robado.
El viaje de dos noches a San Francisco fue ligero de equipaje y muchas cosas se quedaron en el aeropuerto, dentro del Dodge Charger.