Ultimo día en Madrid.
Paseo por el rastro, algunos a comprar zapatillas y otros a buscar el vermoutillo más rico.
Paradas memorables en la Taberna de los Austrias en la calle Nuncio, número 17.
Con esos vermout, esas cañitas, esa suprema de foie de pato (5€), ese queso idiazabal (5€), esa tabla de pinchos (17€)….
Y en la taberna Tempranillo en Cava Baja 38, esos vermouts de copón, la fritura de hortalizas (8€) y su revuelto de setas (11€).
Y sigo contando mi aventura por Madrid.
Primero (eso sí, no muy temprano) una mini-excursión por la sierra, justo para descubrir lo fantásticos que están los torreznos, las mega croquetas de queso y sufrir los 48º en el interior del difunto coche de Amaia.
Por la tarde cafetito-te-infusión-siestareparadora en casa de Nieves&Cia en Navacerrada.
Por la noche paseo por Chueca para ir a cenar al restaurante Al-Jaima, ellos mismos se autodenominan: cocina del desierto.
El sitio estaba lleno, es necesario reservar sin duda.
Pues este fin de semana cogimos el avión y nos fuimos de cañas por Madrid, capital del Reino.
Así como el que no quiere la cosa, lo que son las lowcost.
Lo primero es que tengo que dar las gracias a Cristina por acogernos en su casa (un gusto eso de vivir en el centro, en Malasaña y tener una casa tan grande).
Lo segundo es destacar la acogida de ella y de las demás Pichis, esas ciceronas que nos mostraron el verdadero camino para empeorar nuestro colesterol y aumentar notablemente nuestro índice de alcohol en sangre.
Yo vivo relativamente cerca del estadio olimpico de Montjuic.
Ayer por la noche llegaba a casa unos minutos más tarde de la medianoche… y me sucedió algo fantástico.
Caminando por la calle en dirección a mi casa, pude escuchar de una manera muy clara, en vivo y en directo el Satisfaction de los Rolling Stones.
Me quedé un rato en la puerta de mi casa, esperando que terminara la canción, al final pude escuchar los gritos de la gente, alucinando.
Están de gira y ayer por la noche era su concierto en Barna.
Pues ayer sábado volvimos a salir con las motos a dar una vuelta.
Esta vez había unas diferencias con otros sábados: nos acompañó Jano con su VFR y además yo llevé la cámara de fotos para hacernos unas foticos haciendo las curvitas.
No es muy habitual tener fotos de tus motos en marcha, las que siempre he tenido son con cara de pavo al lado de la moto y ésta parada, en pose.
Así que escogimos una curva en la que no había problemas para dar la vuelta y hacer varias pasadas, en la que había poco/nada tráfico y en la que el fondo no era especialmente feo.
Y estas son las cuatro fotos que salieron.