Un restaurante que por algún motivo casi pasa desapercibido y que está en el centro de Barcelona.
Situado en la calle Fontanella más cerca de Plaça Urquinaona que de Plaça Catalunya, tienes que saber que está ahí o pasar por delante.
Es un local grande, con bastantes mesas y dos pisos de altura.
Es oscuro y en cuanto a la decoración podríamos decir que es colonial, me gustan sus mesas bien preparadas y su iluminación tan bien resuelta.
Así que comida para tres un día entre semana.
Tres años y medio y vuelvo a este lugar.
La primera vez que lo hice lo recordaba en este artículo de junio del 2006, hay que ver como pasa el tiempo.
El local sigue igual con ese aire de intimidad que no convence pero yo lo sigo encontrando agradable.
Es grande, tienen mucho espacio y por ejemplo creo que pueden cenar grupos de 15 personas sin muchos problemas.
Quizás todo ese espacio es lo que le quita el aire de intimidad que se pretende con la iluminación y la decoración, una sensación muy personal.
Cena para cuatro a última hora sin reservar un sábado por la noche.
A vueltas en Domingo buscando donde comer y descubrimiento de un sitio tranquilo.
La Llavor del Origens está en una tranquila calle del barrio de Gràcia.
El restaurante está en un local no muy grande, con unas diez mesas y es de esos locales típicos, en forma de túnel con una salida por detrás a un patio interior en el que creo se puede comer en verano.
Comida para cuatro, que fuimos como tres.
Un sitio formal, bueno para llevar visitas de trabajo.
Esta situado cerca del centro y eso siempre va bien para llevarlos de paseo.
Es un local grande, bien decorado, serio.
Me gusta mucho la utilización de la luz y la colocación de las mesas que están juntas pero no se molesta la gente entre ellas.
Así que cena de trabajo para tres un día entre semana y con reserva.
No hace mucho tiempo que este restaurante era un italiano mas o menos exitoso.
Despues del cambio de aires el local ha quedamo muy bonito y todo está muy bien solucionado.
Lo mejor sigue siendo la terraza y eso sí, es una terraza ruidosa, está en medio de todo el follón del Passeig de Colom.
Entre los setos y la hora tardía de la noche en la que fuimos la cosa no estubo tan mal.