Una sorpresa agradable.
Un sitio en el que nos dieron de cenar uno de esos días de estas pasadas fiestas en los que piensas que no encontrarás nada abierto.
Este año el día de Navidad por la noche era un día completamente muerto, muy pocos sitios abiertos, nadie por la calle y encima queríamos cenar tarde.
Cena para cinco, eso sí casi solos, había otra mesa que se fue antes que nosotros.
Restaurante en el barrio de Gràcia de Barcelona.
Es un local grande, cuadrado, tiene una veintena de mesas.
Es espacioso, con techos altos y mucha madera, con tonos pastel en las paredes.
Los Domingos tienen un menú muy interesante por unos 18€.
Así que casi sin querer una comida inesperada un Domingo al mediodía después de dar un paseito por el barrio buscando donde picar algo… y probar antes en un par de sitios completamente llenos.
Menú para dos, había sitio sin problemas.
Restaurante de cadena situado muy cerca del centro de Barcelona, en Plaça Urquinaona.
Solamente en Barcelona ya tienen cuatro locales, también están en Girona, Lleida, Manresa, en la costa…
Éste restaurante concreto debió de ser de los primeros en abrir y debió de ser por la década de los ochenta.
Y aunque su carta se ha ido modificando un poco en estos años, sigue siendo una opción a tener en cuenta si te apetece algo económico por el centro.
Comida para cuatro a primera hora de un sábado, el sitio se llenó como siempre y la cola se hizo bastante larga.
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El pasado sábado al mediodía fui de menú a este pequeño restaurante en el centro de Barcelona.
Está a un paso de Plaça Catalunya y resulta un sitio tranquilo y muy agradable.
No es un local muy grande y es fácil encontrarlo lleno.
Es uno de esos sitios céntricos, con encanto y con un buen menú y a buen precio.
Con esas características evidentemente tiene tendencia a llenarse.
Escogimos dos modalidades de menú: la fórmula 3 (17,50€) y la fórmula 2 (14,80€).
Restaurante cerca de Berga en la Colónia Rosal.
Comida para diez después de un Domingo de excursión al más puro estilo pixapins.
Y es que fue una suerte encontrarlo.
Como otras veces nos olvidamos de reserva mesa y siendo un Domingo con solecito la cosa estaba difícil.
Llamamos antes a un par y en uno que casi se rieron de nosotros al intentar reservar mesa para el mismo día.
Menos mal que el señor Joan Gassó del Fuives nos aconsejó este sitio.
