Uno de esos sitios que se me quedaron en el cajón y del que no había escrito nada todavía.
Estuve a finales de este verano, y está en Salou.
Vamos que una vuelta por Tarragona por temas de curro y aprovechando para pasar el fin de semana con los críos y acabar en el Aquópolis.
Esta pizzería esta justo en el paseo marítimo, donde esta todo el mogollón de Salou.
Comida rápida para cuatro sin esperar mesa, mucha suerte es lo que tuvimos.
Un respiro en el barrio del Born en Barcelona.
Desde ya hace unos año el Born es un barrio que se ha ido transformando en una especie de centro comercial para guiris.
Desde luego que hay mucha y variada oferta con buenos restaurantes (y no tan buenos) en el barrio.
Lo que cuesta encontrar son sitios en los que simplemente se pueda comer bien sin tener que pagar un sobreprecio por estar en esa zona, vamos que no te quedes con la sensación de que te han tomado el pelo.
Hace unos días me hablaron de este bar situado junto a la Estación de França, justo al otro lado de la Avinguda del Marquès de l’Argentera, y nos pasamos a cenar y probar.
Así que cena para dos una noche de entre semana.
Está situado en el centro de la Esquerra de l’Eixample.
Como otras veces que he descubierto restaurantes por el centro, el recurso fácil para hacer un menú de mediodía.
Lo típico, estabamos cerca y fue una de las primera opciones disponibles, sin premeditación y mucho menos alevosía.
El local grande, alargado y decorado a estilo rústico, manteles de cuadros y mucho ladrillo vista y madera.
Comida para cuatro un día al mediodía entre semana, sin reserva no hacía falta.
Hace ya más de tres años que pude disfrutar del menú degustación del restaurante Lluçanès.
Y esto lo cuento ya que Els Fogons de la Barceloneta está gestionado por la misma gente y está situado en la planta baja del restaurante Lluçanès, incluso comparten los lavabos.
Por cierto, tengo que comentar el tema de compartir los lavabos ya que resultó sorprendente lo poco cuidados que estaban, nada muy malo pero considero que algo poco adecuado para un restaurante como el Lluçanès que hasta este año tenía una estrella Michelín.
Pero bueno, a lo que iba: El Fogons tiene una estupenda terraza que se puede disfrutar mientras comes algunas de sus tapas.
Así que cena para dos con reserva.
Un menú rápido de paseo por el centro de Barcelona.
De esos días que buscas un sitio para comer y te apetece probar algo nuevo, eso y que además todo lo demás que conoces está hasta la bandera.
Así que después de dar una pequeña vuelta por el centro de Barcelona en Agosto y comprobar que todo, absolutamente todo, está tomado por los guiris nos metimos casi en el primer restaurante que había sitio.
Es un local algo descuidado, espacioso y luminoso, da la sensación de haber sido algo mucho más puesto que ahora, ofrecen un menú muy correcto.
Comida para dos un día entre semana.