Restaurante íntimo de dos pisos y muy poca luz en el Born, en el Barrio de La Ribera de Barcelona.
Tienen una decoración típica de la zona, cada vez más típica.
Mucho ladrillo vista, mesas distintas con sillas de diferentes tipos, algún sofá, mucha vela y poca luz…
El ambiente está bien, es reservado y se puede charlar, no es grande, tiene los techos altos y es muy alargado con lo que en ningún momento la sensación de lleno y de follón se produce.
Cena para dos sin reserva a primera hora, se llenó, creo que tuvimos suerte.
Restaurante situado delante del MACBA.
Tiene entrada pequeña y es un local alargado con un comedor más grande en la parte del fondo.
Me gusta la decoración, es sencilla y modernilla, sin muchos lujos y muy acogedora.
La carta esta escrita en las etiquetas de unas botellas de vino vacías, no es muy extensa y está muy bien de precio.
Cena para dos con reserva entre semana, pero no hacía falta, quedaron mesas vacías toda la noche.
Si te gusta la carne tienes que venir al Poble Sec de Barcelona, al restaurante San Telmo.
No hay que confundirlo con otro restaurante con el mismo nombre situado en la calle Buenos Aires.
El del Poble Sec es un restaurante argentino, especializado en carnes y postres caseros de ese país.
Es un local bonito, bien decorado, estrecho y alargado, con una terracita en el interior.
Hay actuaciones en directo y la gente que trabaja allí es muy atenta y agradable.
Cena para seis un viernes noche. Con reserva.
Es un sitio espectacular, y lo digo por segunda vez.
Todas las maravillas de este restaurante ya están contadas en el primer artículo sobre El Lobito que se puede consultar pinchando aquí.
Esta vez cenamos dentro, la terraza estaba cerrada y no hace un tiempo como para quedarse en la calle.
El trato, como siempre, fue familiar y muy agradable, son encantadores.
La única queja por mi parte son los músicos que aparecen durante buena parte de la cena, no me gusta que estén dando vueltas entre las mesas tocando música que no he pedido y que además no me gusta.
Restaurante chino de Parets del Valles.
Nos quedamos tarde trabajando y había que cenar algo.
Cosas que tienen las migraciones de máquinas y el trabajo de informático.
Cena para cuatro, no había gente en el restaurante, solamente dos parejas en toda la noche.
El local es muy nuevo y básicamente es un buffet libre de comida china.
La decoración no recuerda para nada los antiguos chinos de menú de 7€, en este caso hay mucho marmol, espacio y mesas altas, nada de motivos orientales.