Restaurante marinero de la Barceloneta.
Hace tres meses ya estuve por aquí cenando, lo contaba en el post Can Majó, pero entonces no pude probar el plato más famoso de ellos: el arroz caldoso con bogavante y como me quedé con las ganas de probarlo….
Así que en cuanto han salido dos rayos de sol y sabiendo que en la terraza se estaría de narices, nos hemos metido un arrocito de esos.
Comida para cuatro con reserva, error al tomar nota de la hora y como resultado nos hicieron esperar media horita más, no problem.
Restaurante barcelones de la derecha del Eixample.
Me gusta la decoración.
Sillas transparentes, entorno un poco frío muy bien resuelto con la iluminación, creo queda muy bien la pizarra en las paredes con el ladrillo vista antiguo.
Cena para dos entre semana, resultó un sitio muy tranquilo, con muy muy poca gente.
Al mediodía llenan con el menú y el fin de semana seguro que también es diferente y hay problemas para encontrar mesa libre.
Como el propio nombre del restaurante indica, está claro: aquí hay que ir a comer caracoles.
Tienen más cosas, eso sí, pero la fama se la llevan por eso.
Así que volvimos a comer caracoles otra vez después de casi un año, ya lo contaba en el post Can Cargol.
Y la idea resumen es que básicamente todo sigue igual, esta vez sí que estaban bien las tostadas de pan para untarles el tomate y el ajo.
Cena para siete con reserva.
Restaurante que está muy cerca de la Estaçio de França en Barcelona.
Es un local pequeño, con unas doce mesas y ambiente tranquilo y relajado.
La decoración es clásica y la iluminación muy agradable.
Tienen una carta extensa, con muchos platos muy elaborados y me parece que no se dejan llevar por las modas a la hora de incorporar nuevas opciones a su carta.
Reserva para seis y nos convertimos en siete para cenar.
Cuidado restaurante gastronómico de la Barceloneta.
Esta situado en el primer piso de la parte sur del nuevo mercado de la Barceloneta.
Es un lugar amplio, con techos altos y pocas mesas, una decoración industrial, en total unas once mesas bastante separadas entre sí y con una muy buena presentación.
Después de trabajar muchos años en un anterior restaurante en el Lluçanès y conseguir una estrella en la guía Michelín del 2000 se trasladaron a Barcelona, con este nuevo restaurante han vuelto a conseguir una estrella en la edición del 2008, no me extraña.
Cena para dos con reserva.