Una bodega de esas de las de toda la vida, creo que desde los años veinte que andan por ahí.
Está en pleno Gótico, muy cerca de Correos de Vía Laietana.
Es un sitio para estar de pie.
A mi me recuerda a una de esas tascas de Madrid, añejas, con el mostrador de mármol blanco y la nevera de madera detrás.
Algo que ya no se encuentra tan fácilmente en Barna.
Pica pica para dos.
Ya hablé de este sitio hace más de un año en el artículo Margarita Blue, ahora no hay muchos cambios.
Sólo que esta vez me pasé por allí un día muy tranquilo.
Había partido del Barça por la tele y entre eso, que era entre semana y lo de la crisis, supongo que el local estaba medio vacío con razón.
Cena para dos con reserva, pero no hacia falta.
Es un pequeño restaurante situado en el Raval, muy cerca de las Ramblas y justo enfrente del Cangrejo.
Es un bar antiguo con las mínimas reformas y la poca luz necesaria para que con un lavado de cara tenga ese aire modernillo/reconvertido, para mí es suficiente.
Lo mejor: el trato de los que trabajan allí, se nota el cariño que le ponen, se nota incluso en la comida que está también muy bien.
Cena para dos.
Cena para once personas un Sábado de las pasadas fiestas.
Después de dar un paseito por el centro comercial Les Glories buscamos un sitio cerca para la cena.
Y encontramos éste restaurante fuera de follón que hay dentro del recinto.
Lo cierto es que poner a cenar a tanta gente sin reserva no es tarea fácil.
El Pastarito Pizzarito es un restaurante de cadena, que admite franquiciados y que actualmente tiene dos locales en BCN.
Un sitio en el que nos dieron de cenar uno de esos días de estas pasadas fiestas en los que piensas que no encontrarás nada abierto.
Este año el día de Navidad por la noche era un día completamente muerto, muy pocos sitios abiertos, nadie por la calle y encima queríamos cenar tarde.
Cena para cinco, eso sí casi solos, había otra mesa que se fue antes que nosotros.