Uno de esos sitios a los que te acaban llevando por ser una recomendación de una amigo de alguien que conoce a alguien que sabe que esta bien.
Y al final resulta que esta muy bien, muy bien de precio y aquí además el arrocito está rico rico.
Es ideal si estás por la zona visitando As Catedrais que están muy cerca.
Es un local grande, con terracita y bastantes mesas para grupos grandes.
Comida para once con reserva.
Un clásico entre los clásicos, especialmente si tienes una visita de gente de fuera en tu trabajo y quieres llevarlos a un sitio que esté bien.
La última vez que hablé de él fue ya hace dos años, así que toca revisión.
Pero lo cierto es que la revisión será un poco decepcionante, no por el sitio que sigue igual, más bien por que no tengo mucho que añadir.
Está como siempre, quizás más guiris en las mesas de lo que estaba acostumbrado, pero poco mas.
Y todo eso es una buena noticia: si todo sigue igual es que el sitio sigue bien.
Si te gustan los japos tienes que ir, no puedes ignorarlo, Dos Palillos es en cierto modo excepcional.
Está en un local dividido claramente en dos partes.
Una parte es algo así como un bar de los de siempre, restaurado y modernizado con un cierto toque kitsch.
La otra es un moderno restaurante con una barra en la que se come cara a la cocina, aquí la decoración es moderna y resulta muy agradable.
Tres para cenar un viernes con reserva, es necesario reservar, no hay mucho sitio.
No hace mucho tiempo que este restaurante era un italiano mas o menos exitoso.
Despues del cambio de aires el local ha quedamo muy bonito y todo está muy bien solucionado.
Lo mejor sigue siendo la terraza y eso sí, es una terraza ruidosa, está en medio de todo el follón del Passeig de Colom.
Entre los setos y la hora tardía de la noche en la que fuimos la cosa no estubo tan mal.
Hace tiempo que ofrecen cenas a base de mejillones.
Son todo un exito y yo no había ido nunca, menos mal que han pensado en llevarme.
Se está de maravilla cenando un día por la noche en verano en su terracita.
La carta ofrece más de 30 opciones, los mejillones siempre se sirven acompañados con patatas fritas, al más puro estilo Belga y a mí me encantan las patatas fritas.