Pequeño restaurante muy cerca del Barri de Gràcia en Barcelona.
Es un sitio muy discreto, quizás he pasado un montón de veces por fuera y no me había fijado nunca.
La decoración se basa en buena medida en la obra vista, con los ladrillos originales, tonos ocres para las paredes y mesas en madera oscura, es un sitio bonito, tranquilo y agradable, muy cuidado.
Cena para dos con reserva pero no hacía falta, solamente se ocuparon tres mesas en toda la noche, lo viernes de Agosto es lo que tienen.
Otro restaurante del mismo grupo que los ya clásicos Basilico, La Polpa o Market por decir algunos, es el mismo que empezó a conocerse con Les Quinze Nits.
Está situado en la Plaça Real justo delante de Les Quinze Nits teniendo siempre mucha menos gente esperando.
Todos estos sitios comparten unos precios ajustados parecidos, unas cartas similares, una presentación impecable y unas decoraciones muy bien montadas y resultonas.
Cena para dos entre semana, temprano (a eso de las nueve menos algo) y sin esperar.
Por el nombre esta claro donde está este restaurante.
La Reina del Raval está en la parte más al norte de la Rambla del Raval en Barcelona.
Es un restaurante como partido en dos zonas cuadradas.
La primera zona en la entrada tiene la cocina y una barra, casi sin mesas y en la segunda parte es donde hay más sitio para sentarse.
La decoración me gusta, todo en negro y blanco con madera y una bonita iluminación.
Cena para dos entre semana con reserva pero no hacía falta, hubo sitio durante toda la noche y el restaurante no se llenó.
Restaurante situado en la zona del Distrito de Gràcia.
Es un sitio bastante pequeño con muy pocas mesas, quizas para unas veinte personas como mucho.
La decoración es muy correcta, algo modernilla y muy cálida, pero no es destacable.
La gente que trabaja allí es muy profesional y atenta, además de cercana.
El restaurante está bastante escondido en una calle que cruza Milà i Fontanals, casi en la calle Còrsega.
Cena para siete que se convirtió en cuatro al final, es necesario reservar.
Un nuevo y me parece que poco conocido restaurante de la misma cadena que las Quinze Nits o La Polpa.
Es un sitio bonito, con una decoración basada en los blancos y negros, suelo de madera y cierto aire clásico.
Me gustó especialmente la iluminación y el ambiente.
Tienen un menú degustación por unos 20€ que incluye todo y que está muy bien.
En cualquier caso cenar de carta no debe salir especialmente mucho más caro.
Es un local grande y no con muchísima gente, aún así con reserva de dos para cenar.