Infame.
Como lo pueden llamar restaurante Griego, por favor.
Es una franquicia de Comess Group de Madrid, solamente tienen unos 5 o 6 locales como este, menos mal.
Es una franquicia que pide 36.000€ como canon de entrada y una inversión de unos 240.000€ y se lleva luego el 5% de royalty y el 3% de publicidad durante 10 años.
Pero a lo que iba, la comida fatal, el servicio lento, muy lento. Como siempre no sé si es un problema de que hay poco personal, o de qué, pero para un local con unas 40 mesas (cuento mentalmente) solamente conté dos camareros, un cocinero y un ayudante…..
Cenita de empresa.
Fuimos a cenar nueve.
Como era miércoles la gente no se animaba a salir, pero como dice David: cenar hay que cenar, no?
Así que Juan escogió este Libanes, khan kaffrun se llama.
Nos ofrecieron un menú degustación de 18€ que se acabó convirtiendo en unos 26€. No me expliques cómo pero al final nadie se miró la cuenta creo…
Recomendación de Rosa.
Ayer era un día extraño en Barcelona para ir a cenar.
Por las fechas en las que estamos había montones y montones de cenas de empresa y buscar un sitio para cenar no era tarea sencilla.
En el Tivoli’s Bistro había sitio pero tenían una cena de 20 que llenaba prácticamente el local.
Hay un menú degustación de 6 platos por unos 20€.
Fabuloso el pad man khua y el pla sam rod, extremadamente picantes el thom yam tale y el kiew wn kha. (luego cuento de que van estos platos, jajaja)
Una sorpresa super agradable.
Al principio intentamos meternos en el vaso de oro. Imposible, estaba a huevo, sábado por la noche, como se nos ocurre.
Y entonces justo al lado, en el paseo Juan de Borbón, encontramos el Istanbul.
Es el típico restaurante franquiciado en el que hacen shawarma y durums, pero tiene su encanto.
De entrada encuentras que esta muy limpio, que la chica que se encarga de las mesas en encantadora y que la comida es abundante.
Un chino de los de siempre, de los de toda la vida.
No es uno de esos chinos que aparecen de repente, con la decoración de plástico, las fuentes de colores, restaurantes que duran años y que nunca tienen clientes, siempre vacíos, aquí no puedes reservar para el mismo día, es imposible, esta lleno.
Como referencia sirve el pasillo de la entrada, todo lleno de fotos de personalidades, como ejemplo: tienen fotos del dueño con Maragall hace más de 20 años…..
La cena es exquisita, especialmente el pato pekín o el bogavante.
Eramos siete para cenar y escogimos dos menús degustación, uno para cuatro y otro para dos. Una botella de cava (12€) y una de Cune (13,50€).