Una película que por lo menos no deja de ser curiosa.
Tiene una estética curiosa, cuida mucho la fotografía y además tiene un guión que no es especialmente malo.
Hay escenas memorables, desde el punto de vista técnico y visual.
Y todo esto lo han conseguido de lo que lo han conseguido y eso tiene mucho mérito: no hay que olvidar que el origen de esta película es un videojuego que tiene hasta secuela.
El protagonista es el serio Mark Wahlberg, mira que éste es un chico formal.
La anterior película de 007 con el mismo actor como protagonista fue Casino Royale y ya disfruté mucho, con esta se han superado.
Han pasado dos años entre ellas y para mí queda confirmado que este nuevo aire que le han inyectado a la saga era algo necesario y además resulta de lo más interesante.
Todo es un poco más realista, si puede ser realista una película como ésta.
Agggh, no llega a bodrio, pero está muy pero que muy cerca.
Tenía la esperanza de ver una película de tiros y poco más, pero ni siquiera me entretuvo.
Bueno, en realidad al principio promete mucho pero enseguida empieza a ser una colección de tópicos y de imposibles.
Se convierte en una pseudoporquería con muchas persecuciones y muchos tiros, pero con muy poca gracia.
La historia como idea no está mal, pero el desarrollo del guión y el desarrollo en la película la llevan a ser algo así como una cosa estúpida.
Esperas mucho más de una película como ésta en la que se juntan estos dos pedazo de monstruos.
Nada más y nada menos que puedes ver a Robert De Niro y Al Pacino juntos.
Y al final la película no es para tanto.
Se puede ver, tiene acción, algún giro inesperado de lo más tonto y no pasará a la historia como una de las mejores películas de estos dos actores.
Aiss, que penita. Hace falta mucho para que una película de acción y/o ciencia ficción llame la atención.
Y ésta no tiene todo lo que hace falta.
Ni siquiera la idea es muy original, es algo así como una versión diez años más tarde de la genial The Fifth Element.
Tenemos demasiadas similitudes como para no denunciarlo.
Niña mona/autista que salvará al mundo y que tiene que ser protegida por un macho alfa entre un frenesí de violencia y de tiros.
Pero desgraciadamente ni Vin Diesel es Bruce Willis, ni Mélanie Thierry es Milla Jovovich. Ya les gustaría, creo yo.