Aunque es una película del 2011 tenía ganas de verla por las críticas que había leído sobre ella.
La he encontrado interesante y desde luego me ha sorprendido, antes de verla no sabía nada sobre ella y es una pelícua en cierto modo especial.
Encuentro también muy interesante el trabajo de George Clooney como protagonista.
Una película tranquila, con una historia que se podría denominar cotidiana y unos personajes de los mas real.
El director y guionista es Alexander Payne el mismo de la maravillosa Entre copas.
Me gusta como se han beneficiado el director y el protagonista al hacer juntos esta película.
Después de verla creo que comprendo la razón por la que todo el mundo habla bien de ella.
Básicamente es un drama explicado con un gran optimismo y de una manera muy entretenida.
Los personajes están muy bien definidos aunque el papel protagonista de Philippe me parece un poco exagerado, más que exagerado lo encontré más bien demasiado caricaturizado, pierde realismo en ocasiones.
Pero la sensación cuando acaba es buena, deja un muy buen sabor de boca. El final es especialmente emotivo cuando aparecen los verdaderos protagonistas de la historia.
Con una producción, guión y dirección de George Clooney te esperas algo bueno, y aciertas.
Lo tiene todo: es una película que entretiene, que hace pensar (un poco), con un buen guión y una buena história y que además cuenta con muchos buenos actores o por lo menos conocidos.
Vamos, recomendable para ver.
Como decía el productor, guionista, director y uno de los protagonistas es George Clooney.
Así que espero que haya salido un producto tal y como el deseaba.
El otro protagonista es Ryan Gosling que lo recordamos de Lasrs y una chica de verdad o Drive.
Una producción para la televisión de la HBO originalmente titulada Too Big to Fail.
He escrito muchas veces lo mucho que me gusta casi todo lo que produce la HBO.
Muchas de sus series se han convertido en clásicos de la televisión como Game of Thrones, Boardwalk Empire, The Wire y tantas otras.
En este caso tenemos otra película que está en la frontera de esas producciones para la televisión con tantísima calidad que podrían ser películas en toda regla.
No es original en la idea, es otra nueva visión del origen de la crisis del sistema financiero americano.
Es una película tranquila y pausada, con cierto humor escondido y mucha ternura, mucha.
Al final te queda un sabor agridulce, puedes ver que tiene cierto optimismo pero no es una película especialmente alegre.
No me resultó nada extraño que Christopher Plummer se llevara el Oscar a mejor actor secundario este año.
Tiene un papel agradecido, de esos que dan mucho juego y que permiten explotar la parte ñoña que todos llevamos dentro, pero aún así lo hace muy bien sin regocijarse en el drama.