La penúltima de Isabel Coixet.
Y me ha gustado, pero yo no cuento, me puedo autocalificar como un fan y es que me gustan todas las suyas.
Si conoces a esta directora y no te gusta mucho, puedes pensar que es un poco más de lo mismo.
Yo creo que no por eso es peor que sus anteriores películas, creo que de nuevo es una nueva manera de mirar al amor.
Para mi gusto las mejores películas de Isabel Coixet son My Life Without Me y The Secret Life of Words, tengo pendiente por ver Cosas que nunca te dije.
Acabo de terminar la que parece que será la última temporada de esta fantástica serie.
En USA el último capítulo se emitió el pasado Marzo.
La descubrí en Septiembre por una recomendación y en poco más de 100 días he visto las 5 temporadas completas.
Han sido 60 capítulos de una hora de duración que he devorado con avidez, no tengo palabras, encuentro que toda ella es una pasada.
Restaurante situado muy cerca del centro de Barcelona.
La decoración resulta muy atractiva, quizás con poca luz pero eso es algo común a casi todos los de la cadena.
Es un local enorme y muy bien distribuido, con mucho espacio entre las mesas.
Son sitios muy resultones, no cierran hasta tarde y tienen unos buenos precios.
Cena para once un sábado por la noche, segundo turno con reserva en fumadores.
Una extraña película Británica, pero adorable.
Tiene un ritmo raro, una historia curiosa y francamente me ha llamado la atención.
La manera en la que cuenta las cosas está muy bien.
Hay que verla y encontrar algo realmente diferente entre la cantidad de películas palomiteras que se estrenan normalmente.
No es superoriginal y no tiene una trama elaborada, pero aún así vale la pena verla y observar cómo se pueden contar las cosas de otra manera.
Es de aquellas que te sorprende y que al final te deja un buen sabor de boca.
Una bodega de esas de las de toda la vida, creo que desde los años veinte que andan por ahí.
Está en pleno Gótico, muy cerca de Correos de Vía Laietana.
Es un sitio para estar de pie.
A mi me recuerda a una de esas tascas de Madrid, añejas, con el mostrador de mármol blanco y la nevera de madera detrás.
Algo que ya no se encuentra tan fácilmente en Barna.
Pica pica para dos.