Bueno, un día sin suerte, paseo por el barrio y búsqueda de un sitio para hacer unas tapitas.
En realidad no es algo nuevo, como ha pasado otras muchas veces buscando un sitio para hacer el vermoutillo, éste se convierte en el sitio de la comida.
Pero la sorpresa esta vez nos la llevamos con las tapas.
Así que comida improvisada para dos un mediodía de domingo.
Una de esas series que no está mal.
Empecé a verla este verano, en los USA la estrenaron en Julio y duró hasta la primera semana de Septiembre.
La primera temporada ha sido de diez capítulos y creo que seguirá una segunda.
El protagonista es Thomas Jane, un personaje curioso que intenta salirse del agujero en el que está y que siempre en clave de comedia busca soluciones de lo más curiosas.
Ella es la estupenda Jane Adams que hacía tiempo que no veía.
Un sitio formal, bueno para llevar visitas de trabajo.
Esta situado cerca del centro y eso siempre va bien para llevarlos de paseo.
Es un local grande, bien decorado, serio.
Me gusta mucho la utilización de la luz y la colocación de las mesas que están juntas pero no se molesta la gente entre ellas.
Así que cena de trabajo para tres un día entre semana y con reserva.
Me esperaba más de esta película francesa.
Es difícil de resumir, pero sería algo así como que está bien, es pasable, tiene buenos momentos pero es predecible en muchos.
Quizás es en exceso demasiado blanda, por usar una palabra.
Dany Boon no lo hace mal, tampoco Kad Merad lo hace mal, pero encuentro que son demasiado cómicos, sobreactúan y son demasiado… franceses.
Y eso no es ni malo ni bueno, tienes que estar acostumbrado para verlos.
Por cierto el guionista y director también es el protagonista Dany Boon.
Si ya en la anterior Weeds (4ª temp) decía que se les estaba escapando de las manos y que cada vez las situaciones eran más ridículas ahora todo se multiplica.
Eso si, me he reído, pero no tanto como en las anteriores.
La temporada ya está completa, esta vez han sido 13 episodios que se emitieron en los USA entre junio y agosto de este año.
Quizás la fórmula ya está agotada, intentan emocionar con mil y una tonterias, pero no queda mucho que ofrecer.