Ice Age 2 El deshielo.
Divertida, muy divertida.
Es, como se intuye con ese ‘2’ en el título, una continuación de la primer parte, se pude ver perfectamente sin haber visto la primera y no hay sorpresas, es más de lo mismo.
Pensada para los más pequeños y sin guiños a los adultos, éstos también se lo pueden pasar mínimamente bien.
Exalta la amistad, el grupo, la manada… pero aún así es divertida.
Como últimamente ocurre en muchas de éstas películas infantiles ponen un personaje que destaca sobre los demás, aquí la fantástica ardilla que persigue la bellota de la primera parte toma mucho más protagonismo.
Uff.
Dramón, verdadero dramón Coreano.
Me gusta el cine asíatico, su ritmo, sus temas, sus silencios y descripciones.
Esta película Coreana es muy buena, mucho, pero creo que no sirve como introducción para este tipo de cine de oriente. Hay que estar entrenado con otras un poco más rápidas o de más acción para poder digerir ésta sin sufrir.
La historía es muy dura, contada de una manera estupenda.
Habla de hijos, de padres, de prostitución infantil (juvenil, más bien).
Está muy divertida.
Es una comedia amarga, puedes ver al Brosnan de acabado y viejo verde. Exactamente de viejo verde no, viejo, viejo no está, es como un hortera (con cadenita de oro incluida) que no tiene respeto por nada ni nadie y que no para de tirar los trastos a todo lo que se le pone por delante.
No es que sea una película muy buena, al principio no sabes por donde pillarla, parece seria, pero no lo es aunque tiene sus momentos amargos. Vamos la clásica comedia negra.
Hay que verla con palomitas y no esperar mucho de ella, así no defrauda.
Sitio bonito de verdad, comida no buena ni buenísima, exquisita.
Es bonito y nuevo. El mercado de St.Caterina en el que está situado este restaurante sufrió una reforma muy profunda hace poco tiempo . Las obras del mercado tenían que hacerse en 2 años y medio y duraron solamente seis y medio, la reforma ha costado más de 100 millones de euros de nada.
Hemos ido a comer cinco y nos hemos puesto las botas.
No sé cuantos llevo ya.
Y es que el pasado miércoles celebramos el cumpleaños de la Julia y el Pol.
Curiosa costumbre la de meter a los niños en un burguer para celebrar el cumpleaños.
Es normal, todos en casa… es un follón.
Hasta aquí de acuerdo, pero es que esto del McDonald’s tiene tela, es un fenómeno vírico, al final, si un cumpleaños es de unos 20 o 30 niños, eso se convierte en otros tantos 20 o 30 cumpleaños más en el burguer de esos mismos niños que estaban invitados (y todo eso cada año…) no está mal el negocio. Crear futuros clientes dependientes de su dosis de felicidad por un menú de 7€.