Me impresionó el reparto, están Jennifer Aniston, Frances McDormand, Joan Cusack, Catherine Keener, Simon McBurney, Jason Isaacs, Scott Caan…
Y está bien, es una historia que cuenta cosas sobre cuatro amigas que se están haciendo mayorcitas juntas, todas tienen pasta, o están acomodadas menos la desgraciadita de la Jennifer que en el más puro estilo The Good Girl es una desastre de tía, soltera y pobre.
Lástima del final feliz, de ese final de cenicienta que tienen que poner siempre en las películas de palomitas, que desastre.
Restaurante de Aiguafreda.
Comida de menú para un festivo.
Sale por 16€ más café.
No hay muchos platos para escoger, unos dos primeros y unos dos segundos, pero está bueno.
Me metí unas patatas de Olot de primero, que son unas patatas rellenas de carne y rebozadas, y unas albóndigas con sepias de segundo.
Me lo he pasado genial con esta película.
Toda una sorpresa.
Esperaba algo casposo, un remake más o menos conseguido de la serie original de los ochenta, y no, no es así.
Es lo que parece, es una película de policías y malos, sale Miami y los polis se llaman Ricardo Tubbs y Sonny Crockett, eso sí, pero por lo demás no se parece en nada.
Resulta una película muy entretenida, con una historia típica pero que no aburre en ningún momento.
Película japonesa de artes marciales.
El director, actor y guionista es Takeshi Kitano. Otras buenas películas suyas son Hana-Bi o Brother.
Zatôichi no me ha gustado tanto como Hana-Bi, pero se puede ver.
Si somos capaces de soportar los guiños humorísticos que tiene, la película está bien. Lo digo por que es un humor que se me hace extraño. La parte del final en la que bailan con musica máquina me sobra.
Mucha lucha, mucha sangre superpuesta y mucha sangre a chorros.
La historia está bien, me parece que es nueva versión de una novela de Kan Shimozawa.
Todo empezó como una salidita en moto el domingo por la mañana.
Dos motos a dar un paseillo a las 11 y media de la mañana, la ruta escogida: subida a Cerdanyola por la ronda del mig, túnel de la Rovira, carretera del forat del vent. Vueltecillas a Sant Cugat, paseito a pie, vermoutillo, otra vuelta por la carretera de Rubí a Sabadell y vuelta a comer a la Masía a las tres y media. Retorno a Barcelona por la carretera de Vallvidrera.
El restaurante es un viejo conocido de la época en la que trabajaba en EDS Sant Cugat.