Otro restaurante de menú de los viernes cerca del trabajo, en Parets del Valles.
Tienes una cañita de cerveza al entrar y unas olivas.
Buen principio, para empezar.
No es un comedor muy grande, unas 10 mesas.
Manteles de ropa, servilletas de tela y buena presencia en general.
De primero fideuá, rica rica.
De segundo un pinchito con patatas y de postre un pastel de queso.
Para variar, no tenía ni idea de lo que trataba.
He realizado una pequeña visualización previa, una preview de unos cuantos segundos por en medio de la película y me pareció que no sería una maravilla.
Otra más de futuro chungo, la típica Mad Max.
Pero no, es una maravilla.
Las escenas de guerra son muy buenas, al mas puro estilo de documental televisivo de Salvar al soldado Ryan.
La tensión es enorme durante toda la película.
Es negra, pesimista, catastrofista, angustiosa…. muy angustiosa.
Bueno, ya llevo un par de meses con el Suunto T3.
Cuando me lo regalaron escribí el post Polar F11 vs Suunto T3.
Poco después de que me lo regalaran también me hice con un PcPod y el software de gestión, lo comentaba en Suunto Training Manager.
Pues bien, ahora, con unos cuantos entrenamientos realizados ya puedo hablar sobre su uso.
El Suunto Training Manager es muy sencillito, sirve para comparar meses o ver si faltas a algún entrenamiento pero poco más.
Estaba de celebración, algo que suceció en este mismo lugar hace cuatro años, no había vuelto desde entonces.
Un lunes por la noche, tres mesas ocupadas, tranquilo y romántico, algo desangelado.
Sitio con poca luz, mucho rojo y con una decoración bien escogida.
Los platos correctos, el atún especialmente bueno.
Fuimos dos personas, tomamos de primeros pastel de espárragos a la aroma de frambuesas (8€) y atún marinado sobre una crema fría de tomate y aguacate (11€).
Bien, he estado entretenido y en tensión durante dos horas.
La película lo consigue, engancha.
Utiliza ese recurso tan utilizado últimamente que consiste en contar la misma cosa cinco veces desde perspectivas distintas, entrando en cada personaje que vive la historia a su manera.
Tenemos a Carmelo Gómez, muy bueno como siempre, a una nueva Judith Diakhate, muy guapa y que no me disgusta como lo hace, a Manuel Morón (siempre de malo, pervertido) y a todos los demás que lo hacen también estupendamente.
El guión destaca, por original, por lo absurdo de la situación, por el retrato de la violencia que hace y cómo lo hace.