Restaurante Chino con cocina del mundo, al estilo chino.
Fui como sugerencia de mi acompañante y lo cierto es que acertó.
En la decoración predomina el negro y el rojo, hay espacio entre las mesas y la gente que trabaja allí es muy agradable y simpática.
Es un sitio oscuro e intimo, no muy ruidoso y que permite hablar.
Cena para dos.
De primeros dos surtidos dim sum (8€), la mejor manera de probar varios entrantes. Es un platillo con un surtido de seis, creo recordar.
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Italiano.
Unos de los restaurantes italianos de referencia en Barcelona.
Lleno de recuerdos de todas las personalidades que han pasado por sus mesas y con muchos platos con apellidos ilustres.
Cena para seis con reserva del mediodía.
Es un local grande, con bastantes mesas, trabajan a un turno y el restaurante estaba lleno por la noche.
Son platos abundantes, el personal es muy atento y todo es muy correcto.
De los famosos de Barcelona que hay que conocer.
Este restaurante japonés está bastante escondido, es muy discreto desde fuera, puedes pasar por delante y casi ni verlo….
Es un local oscuro, íntimo, con madera en las paredes y techo negro, todo muy bonito.
Cena para dos, con reserva de la noche anterior.
Todos los platos fueron para compartir.
Las empanadillas de carne y verdura Yakigyôza (7€) correctas, los tallarines a la plancha con col picante kimuchi yakiudon (11€) buenos.
La encontré mucho más interesante que Banderas de nuestros padres.
Ya me habían avisado, pero la diferencia es muy notable.
Está mucho mejor contada, el ritmo es mucho más ameno y no hay reivindicaciones de carácter patriótico.
Dura también mas de dos horas.
Profundiza mucho más en el sinsentido de la guerra, de las ordenes ciegas, del honor mal entendido y de la muerte.
Clint Eastwood se vuelve a salir con esta película, algo que no consiguió con Banderas de nuestros padres.
Otro descubrimiento.
Y es que llevo unos días que estoy que me salgo, jajaja.
Llàntia es un restaurante de la zona del Born en el Barrio de La Ribera.
Es tranquilo, oscuro, intimo, con muchas pequeñas estancias y con cierta ambientación africana.
Tienen un menú de 14€ con primero, segundo y postre al que luego hay que sumarle las bebidas, que por otra parte tampoco son caras.
Fuimos dos a cenar, sin reserva, casi lleno pero tuvieron sitio.
