Bueno, si pensamos que solamente es una película de acción está bien.
Si la tomamos como una película de denuncia… ni de lejos está bien.
Tiene tendencia a utilizar la moralina, la lagrima fácil, es muy americana/comercial en ese sentido.
Confirma que una película de acción con un trasfondo importante cuesta mucho de hacer, que no se puede hacer de esta manera.
Aunque tengo que añadir que en algún momento me emocionó un poco, pero es que soy un chico fácil.
Tenían que haberse decidido, o es una Syriana o no lo es…
Restaurante italiano.
Curiosa decoración, muchos espejos y muchas sorpresas hasta que te sitúas en tu mesa y sitúas a los demás.
Fuimos tres a cenar, con reserva, pero el restaurante no se llenó.
Lo encontré un sitio fantástico pero no es un sitio barato, de entrada te cobran el cubierto a 2,50€.
Es cierto que nada más llegar te obsequian con unos trozos de un parmesano buenísimo para ir haciendo boca, pero el precio final es demasiado alto.
Pues después de devorar la primera temporada, de la que hablaba en el post Carnivàle (1ªtemp), no he podido resistirme y empecé a ver la segunda temporada.
Es una paranoia de serie.
Tiene una estética muy extraña y recuerda vagamente a Twin Peaks, sin más comentarios, jajaja.
En cualquier caso, encontré malas noticias, parece ser que no hay nada más después de esta temporada.
La serie ha sido suspendida por la Home Box Office (HBO) y no saben si continuarla como una película de dos horas o terminarla con un cómic….. eso he leido, pero tiene demasiada calidad como para ser abandonada, no se.
Restaurante vasco del barrio de Gracia de Barcelona.
Es un local tradicional, con aspecto de tradicional.
Con gente de todo tipo.
Es lo que tiene la buena comida, que le gusta a todo el mundo, jajaja.
Iker nos ofrecerá un montón de platos, no tienen carta y tienes que escogerlos al vuelo.
Fuimos dos a cenar, mi acompañante es un habitual así que nos trataron especialmente bien.
Este restaurante me ha resultado difícil de catalogar.
Al final lo he puesto en la categoría de rápidos y menús, por el precio más que nada..
En realidad podría estar también en exóticos.
Es un local muy pequeñito en una parte bastante desconocida del Barrio de La Ribera de Barcelona.
El trato es muy familiar y tenían muy poca gente, una pena.
La decoración no es nada del otro mundo pero resulta un sitio acogedor.
El precio es muy bueno y los platos estaban muy ricos.