Ufff, que cosa más mala.
Mira que la protagonista es Cate Blanchett y ella es una actriz que me encanta.
Creo que solamente su interpretación se puede salvar, es creíble, dramática cuando tiene que serlo, no sobre actúa y además tiene esa belleza extraña que cuesta tanto definir.
Pero la película no se puede coger por ningún lado.
El otro protagonista es un cada vez más estúpido Clive Owen.
No hace mucho que ya lo pude ver en uno de sus últimos bodrios: Shoot ‘Em Up.
Del guión o de la trama de Elisabeth, no puedo decir nada bueno tampoco.
Estupendo sitio.
Está situado en la falda del Tibidabo, al pié del funicular.
Dividido en dos zonas, en dos restaurantes de hecho, hoy hablo del de la parte de arriba, el Mirador.
Éste tiene unas brutales vistas de Barcelona, sentado en la mesa durante la cena se puede disfrutar de la visión de buena parte de la ciudad.
La decoración es correcta, tradicional. El ambiente es tranquilo, relajado y cómodo.
Cena para siete con reserva.
Ya estoy por Barcelona de nuevo.
Ocho horas de avión, súmele seis de cambio horario y con solamente una ducha a empezar una reunión en el Hotel AC de Diagonal Mar que durará dos días.
Es decir: ayer me levante a las 8am, estuve de compras por Staten Island, cogí el avión de las 17:00, llegaba a BCN esta mañana a las 8am y corriendo para el meeting….
El restaurante Dia&Nit es el restaurante de la cuarta planta del Hotel AC Barcelona, muy cerca del Parque de Diagonal Mar.
La sorpresa del viaje, ha sido todo un descubrimiento.
De manera inesperada y por casualidad apareció este restaurante cubano en la zona del Greenwich Village muy cerca de la Universidad de Nueva York.
Es un sitio pequeño, muy intimo y con música en vivo.
Además del buen ambiente y la estupenda comida, otro de los atractivos son los puros que te preparan allí mismo; hay un señor enrollándolos en una esquina del restaurante, son gratis, solamente la propina.
Cena tarde para tres sin reserva, esperamos un poco pero luego había mesas libres.
Restaurante italiano en Little Italy en Nueva York.
Con una puesta en escena impresionante y una decoración no muy complicada, tiene espacio para bastante gente.
El barrio ya merece la pena, es visita obligada. Todo lleno de restaurantes y ambientazo italiano.
Por ejemplo, en la terraza del bar de enfrente tomamos unas cervezas y había colgada una foto del dueño del local con James Gandolfini, el protagonista de The Sopranos, una de mis series favoritas.
Comida para tres sin reserva previa, fuimos temprano y sin esperas, pero enseguida se acabaron las mesas.