Y se nos casaron.
Que cosas.
La iglesia en el Monastir de Santa Maria de Valldonzella y la cena en la Torre del Pi en Premià de Dalt.
Increíble, pero no llovió, después de dias con unas tormentas del carajo, la ceremonia fué con sol y todo, la leche.
Tengo una pena y es que Oscar es uno de mis más fieles lectores y con esto de la boda y lo del viaje dejará de leerme durante unos días.. así que solamente me quedan tres gatos más, jajajaja.
Coñas a parte, la boda fué estupenda, la ceremonia breve (eso se agradece) y el diácono muy muy correcto, incluso para los no creyentes como yo. Muy buena la explicación sobre las diferencias entre un diácono, un sacerdote y los obispos. Muy interesante el hecho de que los casara una persona con dos hijos y algún nieto, una persona que sabe de primera mano de que va esto del matrimonio.
Y la cena, pues estupenda también, el bogavante estaba muy rico, el solomillo muy tierno (a quien le gustara poco hecho) y el pastel muy rico, jajajaja. Lástima de las setas de la carne, demasiado hervidas y con mucha agua, por lo menos las mías… (esto lo digo por decir algo malo, que no puede ser todo perfecto, jo)
Estupendo. El reportaje fotográfico en breve.