Bueno ya estoy de vuelta de esta escapada y lo que puedo decir es que Amsterdam me ha gustado mucho.
Es una ciudad que tenía pendiente, es extraño pero no había tenido oportunidad de visitarla nunca antes, ésta es mi primera visita y todo son cosas buenas.
Encontré que es una ciudad de contrastes extraños.
El movimiento que hay de noche, la fiesta que encuentras en las calles, incluso un domingo (aunque sean prácticamente todos extranjeros) es algo espectacular.
Lo agradable que es todo el mundo, lo que cuesta caminar tranquilo con los tranvías y los ciclistas que aparecen por cualquier parte.
Y está lo más evidente y por lo que se la reconoce más fácilmente, las bicicletas y los canales, los muchos escaparates con prostitutas o los coffee shops del barrio Rojo.
Pero encontré contrastes menos evidentes.
Pude ver por ejemplo cómo en una misma portería con dos locales compartiendo pared, puedes encontrar un McDonalds y un SexShop: uno con los logotipos típicos de la marca con esa M enorme, las ofertas, el rojo y el amarillo y el otro con el escaparate lleno de látex y unas pollas enormes.
No muy lejos puedes encontrar una joyería con ofertas en la venta de diamantes y un bar de shawarma.
En el plano más cultural el Rijksmuseum y el Museo van Gogh son para visitar, el primero es el museo nacional y tiene una colección extensa de obras del siglo XVII, el segundo es el museo con la mayor colección del mundo en obras de Vincent van Gogh.
Dejo también como siempre el acceso a las pocas fotos que se salvaron de estos días si pinchas aquí o en la foto de la cabecera.