Estupendo restaurante en el centro de Barcelona.
Está un poco escondido pero se llena siempre, hay que ir temprano para tener sitio.
Nosotros hemos llegado a la una para comer, no había mucha gente, pero se llenó en media hora.
Tienen un menú muy completo y los platos están muy bien preparados.
La carta son dos páginas, una de primeros y la otra de segundos, solamente con esto te das cuenta que realmente hay muchas opciones donde escoger.
Hemos ido dos a comer.
El local es bonito y agradable, los camareros muy atentos.
De primeros unos canelones y unos macarrones a la napolitana.
Los canelones escandalosamente buenos, con todo el quesito gratinado, ummm.
De segundos pechuga de pollo con patatas y un atún plancha con ensalada.
La pechuga tierna y el atún bastante bueno.
El menú de sábado sale por unos 12€ con café.
Se queda con un
Rating:
por el precio, la localización, los camareros y el surtido del menú.
Ideal para comer de menú, a un buen precio y con buena comida, si estás por el centro.
El restaruante L’Oliva está en la calle Jovellanos número 2 y el teléfono es el 93 317 02 31.
En el 2006 estuvimos una semana de turismo en Barcelona, y dimos con este restaurante por casualidad, y nos gustó tanto que repetimos en dos ocasiones más, y de hecho lo hemos recomendado a amistades y familiares que han visitado la ciudad. Hace un par de semanas estuvimos de paso en Barcelona durante dos días y nos acordamos que se comía tan bien y tenían un servicio excelente, que decidimos buscarlo durante más de una hora, ya que recordábamos que estaba muy cerca de la Rambla pero no sabíamos a la altura de la misma en la que se encontraba. Después de patear y patear, preguntar y preguntar por fin dimos con él, pero que sorpresa más desagradable nos llevamos, este restaurante dispone de dos pequeños comedores, el bajo estaba lleno, y el que estaba en lo alto lo tenían cerrado por no tener camareros para atenderlo. Le preguntamos la disponibilidad de alguna mesa, y un inmigrante con muy mala ostia nos dijo que en 10 minutos, pero no nos invitó a que esperáramos en la barra, tomándonos algo, sino que nos diéramos «una vueltita por ahí» a lo que le contestamos que vale que en diez minutos volveríamos, y nos contesta que “como digo 10 pueden ser 40” pero además volviéndose más desagradable aún, con la clara intensión de que no volviéramos, ya eran casi las tres de la tarde decidimos buscar otro sitio para comer. Quiero con esta queja hacer llegar al propietario de este negocio que en tiempos de crisis no se puede permitir que se pierdan clientes, primero por tener un comedor cerrado, y segundo por tener personal incompetente, que por no querer trabajar estén desviando clientes o posibles clientes a otros restaurantes. No volveré a comer ni a recomendar este restaurante.
Ayer he comido en este restaurante y he tenido suerte de ver la cocina. Un precio tan barato porque explotan 2 pobres de nepal que no hablan español o catalan en esta cocina asquerosa llena de cucarachas. Que los camareros no son agradables para nada.. Nunca me voy a volver ahi y no os lo recomendo !