He ido al mediodía, bien temprano y fue perfecto.
No había nadie, hemos llegado a la una y media y al irnos la cosa ya estaba complicada, todas las mesas ocupadas y gente esperando.
Estoy seguro de que por las noches es muy difícil cenar aquí.
Hemos escogido unos platos muy muy ricos pero tambien es posible comer tapas.
De primeros rollitos de verduras (6€) y verduras salteadas (7€). De segundos unas fajitas (3€) y un steak tartar con patatas fritas (14€)
El steak estaba especialmente rico.
De postres un sorbete de mandarina y una tarta tibia de chocolate (unos 4.50€ cada uno)
Al final, con vino en jarra y dos cafés, ha salido por unos 52€. 26€ por persona.
La decoración es muy moderna, en blanco y negro, los lavabos curiosos.
Los trabajadores del local muy atentos y profesionales. Sin esperas y pendientes de tí, muy bien.
Es del grupo tragaluz y encuentro que esta gente sabe hacer locales con encanto, buena comida y precios acertados. Son los mismos que los de las Cuines de Santa Caterina, por ejemplo.
Se lleva un
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y es de los que volveré, quiero probar más cosas de su carta….
Está en la calle Pintor Fortuny número 3.